INTERESANTE ARTICULO ENVIADO POR EL COLEGA JOSE MIGUEL ROMERO SOBRE FRECUENCIAS RADIALES INTRIGANTES

Intrigantes frecuencias radiales

Si decide dedicarse a la radioafición y a la escucha de cuantas frecuencias se transmitan por el mundo, no se sorprenda si su aparato capta algunos “mensajes extraños”

Por Leonardo Vintiñi – La Gran Época
 
 
¡Atención!…9-8-9-0-2… ¡Atención! 9-8-9-0-2… ¡Atención! 9-8-9-0-2… 1-8-5-0-2… 1-8-5-0-2… 1-8-5-0-2
Una voz femenina dicta secuencias numéricas monótonas; muchos creerían estar escuchando un galimatías radiofónico; muchos que no comprendiesen una sola palabra de radioafición, o no hubieran estado lo suficientemente en contacto con la cultura moderna como para deleitarse con una de las tantas películas de espionaje que corren.
Sin embargo, hasta el más desconcertado de los oyentes, puede percibir una escalofriante sensación al escuchar uno de los mensajes emitidos por estas raras frecuencias alfabéticas. Oraciones tales como “mixture nine six two nine two three bingo tour, two eight” hacen suponer solo una cosa: un mensaje codificado. Pero ¿dirigido hacia quien? ¿Con que fin?
Las conocidas “Emisoras de números” abundan en el terreno de la radiofrecuencia de onda corta. Cualquier aficionados a las comunicaciones con un equipo básico puede escucharlas, aunque difícilmente pueda comprender de qué va el asunto. Aunque dentro de un esquema similar sus “modus operandi”, son muy variados. Sus receptores, casi sin lugar a dudas, agentes de inteligencia internacional.
Breve historia de las frecuencias numéricas
Las emisoras de números han sido captadas desde los años de la Primera Guerra Mundial. Por lo tanto, se puede afirmar que son una de las primeras radioemisiones que se conocen. Sus ondas, provenidas desde todas partes del mundo, se incrementaron hacia los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, y se notaron más frecuentemente en sucesos como el golpe de estado soviético en 1991 y durante toda la Guerra Fría. Cuando esta última acabó, las emisoras de números decayeron en su uso, aunque desde las décadas de los noventa se ha venido dando un incremento de estas emisiones en forma progresiva.
Hacia la actualidad, muchos grupos de radioaficionados han intentado decodificar estos mensajes, aunque con muy poco éxito. No obstante, muchas de las bandas que se emitían comenzaron a adoptar popularidad entre los especialistas, y algunas de ellas han sido presuntamente descubiertas. La gran mayoría se encuentra catalogadas por la “European Numbers Information Gathering and Monitoring Association” ( ENIGMA ), quien ha catalogado a las distintas emisiones de números por una tipología estricta.
Algunas emisoras de números han llegado a la prensa internacional, pero probablemente la más sonada sea el caso de la emisora conocida popularmente como “¡Atención!”, debido a que esta era la particular forma de comenzar con la transmisión de cada mensaje. En el caso particular de “¡Atención!”, fue uno de los fundamentos de más peso en la Corte Federal de los Estados Unidos, contra el juicio realizado a cinco espías cubanos capturados en 1998.
Operación típica de una emisora de números
Una música arabesca suena y un martilleo ocasional de lo que pareciera ser un taconeo español (¿un taquígrafo camuflado?) acompaña el ruido blanco que suele caracterizar a estas difusas emisiones. A continuación la música se detiene, y una voz masculina comienza el dictado de números en un idioma extranjero. El modus operandi de las emisoras numéricas suele ser el mismo: a una hora determinada, generalmente a una hora en punto o a la hora y media, el emisor da un mensaje previo, o se incluye una melodía cualquiera, que actúa como introducción al código. A continuación el locutor comienza con un dictado de números, letras, palabras inconexas, o una combinación de las anteriores. Luego, un mensaje de cierre anuncia el fin de la transmisión.
Claro que, existen muchas variantes para las emisiones. La hora día tras día puede ser la misma o variar; el mensaje puede ser reemplazado por un código Morse; el mensaje puede ser uno, dos, o repetirse, etc.
Los idiomas de las frecuencias suelen ser de los más variados. Vienen desde todos los lugares del globo, y se esfuman luego de unos minutos. Algunas veces son generados por un software parlante. Otras, vienen desde un idioma particular pero su codificación incluye ser transmitido en otro idioma. Por ejemplo, un mensaje de un español a otro transmitido en números japoneses.
Escuchando emisoras
Algunos códigos pueden ser muy originales. Son transmitidos en chino , ingles, alemán, ruso y, por supuesto, español . Una de las emisiones más curiosas puede ser aquella en la que la conocida melodía “No llores por mi Argentina…” suena para dar paso a un mensaje tal como “whiskey, tango, Romeo 21… whiskey, tango, Romeo 21, 61115 74939 04343 54388 40121 43372 43973 08610 08858 699 00 74821 11431 06109 39994 largo silencio… whiskey, tango, Romeo 21”
Otras pueden incluir música del modo de redoblantes y un clarinete tocando una marcha militar corta en forma repetida. Seguida a esta monotonía, un mensaje en código.
Muchas adoptan esta forma de mezcla entre música y el código en sí, por que se supone que es la mejor forma de disimular el mensaje ante los cientos de radioaficionado que se encargan de captarlas. Por ejemplo, las voces de niños con una melodía de fondo es usada en oportunidades para hacer creer al receptor inexperto, que se trata de una picardía infantil con un aparato de emisión casero.
Aunque sus recetores no parecen ser otra cosa que espías infiltrados, nunca un gobierno ha declarado formar parte de tales comunicaciones ni tener conocimiento de sus orígenes. Salvo en casos aislados en los que se ha dejado entrever el uso de estas emisoras, los servicios de inteligencia del mundo nunca han admitido el probable uso que de ellas se hace. Actitudes como la prohibición de la escucha de estas en Reino Unido, hacen sospechar lo que muchos ya dan por confirmado; las redes globales de espías, no pertenecen a un cuento de ficción, ni a una película ambiciosa.
de sintoniadx